La dimensión cultural del elemento haitiano dentro del desarrollo de la nacionalidad cubana está aún por caracterizar en su justo alcance y en todos sus aspectos.
Entendida como modo de ser y de hacer y no solo la acumulación y manifestación de conocimientos estéticos y artísticos, la cultura haitiana ha tenido un rol en el proceso de transculturación que de diversa naturaleza se ha originado en Cuba.
Es parte integrante de ese gran “ajiaco” cultural y formador del pueblo cubano.
De la etapa precolombina los propios colonizadores españoles se encargaron de arrasar a la población residente y que provenía de la región conocida hasta entonces como Haití, por lo que no pudiera afirmarse de una prevalencia cultural de aquellos aborígenes.
El aporte del haitiano a la integral formación cultural cubana se manifiesta con mayor fuerza desde la llegada e inserción en la vida de la colonia española del siglo XVIII de los fugitivos franco-haitianos con sus dotaciones de esclavos, en la etapa de la Revolución de Haití, y pasa por los restantes componentes de la inmigración desde aquella región durante los siglos siguientes.
La descendiente de haitianos, la cantante Rosita Jean, "la
haitianita" actuó en la radio, la televisión, los cabarets
y el cine cubanos, en las décadas 1950-1960-1970 y 1980. A
la derecha, la artista haitiana Martha Jean Claude junto
al poeta nacionalecubano Nicolás Guillen.
A través de los años se han ido sedimentando en la realidad cubana los elementos y valores de toda naturaleza provenientes de los haitianos, convirtiéndose en parte inseparable del desarrollo integral de toda la sociedad.
El General de Ejército Raúl Castro Ruz, segundo
secretario del Comité Central del Partido Comunista
de Cuba, y los Comandantes de la Revolución Juan
Almeida Bosque y Guillermo García Fría, comparten
con el grupo folclórico de descendientes de haitianos
Okay, de Santa Cruz del Sur, Camaguey, al finalizar la
Tribuna Abierta realizada en este municipio
el 5 de mayo del 2001.
El haitiano, centro de ese intercambio en tanto objeto y sujeto del proceso mutuo de influencia cultural, ha tenido en diversas etapas comportamientos de defensa de sus hábitos, costumbres, creencias, etc., ante la agresión, sojuzgamiento y discriminación sistemática a que estuvo sometido durante años por los otros integrantes de la sociedad hasta el triunfo de la Revolución cubana
Aún cuando los haitianos autóctonos mantuvieron una tendencia hacia una forma de vivir abroquelada, defensiva, autoformadora, encerrada en sí misma respecto al resto de la sociedad, no fueron ellos, ni sobre todos sus descendientes, totalmente ajenos a la asimilación creativa de la realidad circundante, de los avances de economía, la ciencia, la tecnología, la cultura, en fin, del desarrollo de la sociedad cubana.
Efraín Nadereau Maceo, descendiente de haitiano y destacado artista de la plástica y del periodismo cubano. Reside en Santiago de Cuba.
Así ha transcurrido la preservación y afirmación de su identidad cultural, de sus hábitos sociales y actitudes individuales, que conforman hoy día el estilo de vida y de trabajo, las manifestaciones de su participación activa en la vida cultural del país.
Sobre todo ello se despliega en estos momentos diversas investigaciones e intercambios de experiencias para alcanzar una integral caracterización de las expresiones de lo haitiano en la dimensión cultural del pueblo cubano.
Tipica forma de la haitiana de ponerse el pañuelo en la cabeza se ha traladado a la usanza cubana.
lunes, 4 de agosto de 2008
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